Durante el Encuentro Nacional de Gobernadores y Alcaldes, la gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, lanzó una contundente advertencia al ministro de Defensa, Pedro Sánchez, sobre el deterioro de la seguridad y la desarticulación entre el Gobierno Nacional y las regiones.
En un tono firme y con datos en mano, la gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional para fortalecer la articulación del Plan Nacional de Seguridad con las estrategias departamentales. La mandataria advirtió que la descoordinación institucional está poniendo en riesgo la democracia colombiana, así como la seguridad de los territorios.
Durante su intervención en el Encuentro Nacional de Gobernadores y Alcaldes por la Unidad y la Seguridad Territorial, Matiz reclamó la falta de coherencia entre las políticas nacionales y las locales. “Es necesario establecer estrategias claras entre los departamentos, especialmente aquellos con problemas fronterizos. No podemos seguir improvisando con tantos cambios en los ministerios y directores de Policía”, enfatizó.
La gobernadora destacó que, en solo tres años, el país ha tenido 66 ministros y cuatro directores de la Policía, lo que, según ella, refleja una inestabilidad institucional que agrava la crisis de seguridad. “Esa rotación constante demuestra que no hay una línea clara de trabajo sostenido en materia de seguridad”, señaló.
Matiz también denunció el avance de las disidencias de las FARC y la instauración de controles ilegales en zonas rurales. “Están citando a las comunidades, carnetizándolas y estableciendo reglamentos de convivencia que imponen su propia autoridad”, alertó, advirtiendo sobre la pérdida de control estatal en amplios sectores del país.
En su discurso, la mandataria tolimense presentó cifras alarmantes: los casos de secuestro aumentaron de 128 en 2015 a 280 en 2025, un retorno a los índices de violencia del pasado. Además, destacó la ubicación estratégica del Tolima como corredor del tráfico de sustancias ilícitas, lo que ha incrementado las operaciones militares en la región.
La gobernadora confirmó que ha recibido amenazas contra su vida, producto de las 206 operaciones de seguridad que su administración ha liderado contra grupos armados. “Uno de los bandidos, alias Calarcá, nos tiene en la mira por los golpes que hemos dado junto a la Fuerza Pública”, afirmó.
Pese al riesgo, Matiz fue enfática: “No podemos gobernar con miedo. Las amenazas existen, pero debemos seguir adelante defendiendo la seguridad de nuestros territorios. No nos vamos a dejar amedrentar”. Recordó que otros mandatarios, como la gobernadora del Valle, el gobernador de Caquetá y el alcalde de Cali, también han sido objeto de intimidaciones.
Finalmente, Matiz cerró su intervención con un llamado a la reflexión nacional: “Nuestra democracia está en peligro. Y lo está porque la seguridad es un valor esencial de la democracia. Si no protegemos a los ciudadanos y a las instituciones, estamos poniendo en riesgo el futuro del país”.































