Compañeros de esta empresa, tengan todos muy buenos días¡¡¡¡¡¡
Digo compañeros, ya que acá todos, desde el gerente hasta quien realiza labores de la limpieza, hace parte de nuestra familia laboral. Como gerente, he creado esta compañía, y he pensado que los grandes proyectos se construyen con grandes personas, por eso están aquí, cada uno de ustedes representa un lugar privilegiado, gracias a su conocimiento, profesionalismo y don de ser.
Quiero contarles una dura experiencia de mi propia vida, para que les sirva como ejemplo en todo lo que realicen, nací en un humilde hogar, donde la pobreza y el conflicto, eran el pan de cada día, veía a mi alrededor todo tipo de espejos con presentes y finales negativos, presenciaba todo tipo de actos que me marcaban y hasta me ayudaban a definir el rumbo de mi vida.
A medida que fui creciendo, mi mentalidad se concentraba en qué quería hacer con mi vida, cual era en sentido de crecer, hacia donde quería llegar, en medio de preguntas sin respuesta, pase de mi adolescencia a la juventud, siendo un buen muchacho, trabajaba en cuento oficio me ofrecieran y poco estudiaba, al mismo tiempo pasaban por mi vida acontecimientos fuertes, desalentadores y trágicos que me impulsaban a pensar si debía hacer parte de ellos, o hacer parte de la solución de los mismos. Entre pobreza y falta de oportunidades, me refugié en el deporte, el estudio y el trabajo, 3 factores determinantes que iba a marcar el resto de mi vida y que me permitirían llegar a ser el orientador y guía de mi familia en todas las decisiones y acciones. Con el paso de los años, empecé a identificar cual era mi vocación, mi habilidad, o mi destreza, hablando laboralmente, hasta que encontré amigos, allegados a la locución y el periodismo, los cuales me dieron algunos instrumentos para avanzar, los mismos que me sirvieron para emprender el largo viaje del mundo de las comunicaciones, al llegar a él, encontré todo tipo de conocimientos y experiencias, de como se manejaba la información y como se mezclaba entre la corrupción, la mentira, la falsedad, el engaño, el invento, y como esto, llevó a quienes hacían parte, a condenas, quiebras, y hasta la muerte.
Eso para mí, fue el espejo más visible, y el factor determinante que me impulsó a vivir la vida con un propósito, a pensar el cómo o que manejo debo darle a mi existencia y en ella está mi trabajo o mi profesión, pero también mi familia, cuando escribía, quería verme como los grandes hombres, que no solamente eran buenos periodistas, sino también excelentes seres humanos, ya que lo uno complementa lo otro, desde ese momento, comprendí, que debía aplicarle a mi vida, grandes dosis de ética, fundamentada en los principios y valores de las personas consignados en los atributos internos.
Al adoptar en mi vida y para siempre, la ética como principio fundamental, me he permitido llegar tal lejos, pero tan lejos, que los encontré a ustedes, para que hagan parte de un modelo de conducta, que los vuelva ejemplo a seguir, no solo para quienes ejercen esta profesión, sino para sus familias, las cuales esperan lo mejor de nosotros.
Por qué les digo todo esto, por qué les cuento esta historia, sencillamente, para que la tomen como ejemplo en sus vidas, y piensen que, si la viven con un propósito, el camino hacia la excelencia y las buenas prácticas, lo va a permanecer abierto y despejado para todo lo que hagan y se emprendan.
Así que están aquí, con un propósito, con una misión, con una tarea, y es la de seguir avanzando, seguir creciendo, para convertirse no solo en los mejores profesionales, sino en los grandes seres humanos que son ejemplo de grandeza y tenacidad.
Bienvenidos al progreso, bienvenidos al desarrollo, pero por sobre todo bienvenidos a la familia de la excelencia.































