Dos hombres resultaron gravemente heridos tras ataques armados independientes en los sectores de Saucedal y la vía a Suárez. La seguidilla de hechos violentos en menos de 24 horas ha disparado las alarmas sobre el deterioro del orden público en la segunda ciudad del Tolima.
El municipio de El Espinal volvió a ser escenario de hechos de sangre en las últimas horas, dejando a dos hombres heridos. El primer caso ocurrió en el sector de Saucedal, donde un ciudadano fue interceptado por sicarios que le propinaron tres disparos. La víctima, que vestía camiseta roja y pantaloneta azul, fue auxiliada por la comunidad tras quedar tendida en la vía pública. Debido a la gravedad de sus heridas, fue trasladado de urgencia a un centro asistencial bajo pronóstico médico reservado. Este ataque inicial generó pánico entre los residentes, quienes presenciaron la incursión armada en una zona residencial habitualmente concurrida.
Horas después, se conoció un segundo hecho violento en la vía que comunica a El Espinal con el municipio de Suárez. Un hombre que compartía con familiares y amigos fue sorprendido por sujetos armados que dispararon sin mediar palabra alguna. El afectado recibió múltiples impactos y fue remitido de inmediato al Hospital San Rafael para recibir atención médica especializada. Testigos del suceso relataron momentos de angustia mientras los agresores huían del lugar con rumbo desconocido tras el atentado. Estos episodios de violencia sistemática han generado una profunda indignación entre los habitantes, que advierten un deterioro progresivo. La recurrencia de los ataques sugiere una preocupante reactivación de las estructuras de sicariato que operan en la zona.
En redes sociales, los ciudadanos cuestionaron duramente la gestión local en materia de seguridad y el control del orden público. Los habitantes reclaman una mayor presencia de la fuerza pública y acciones que logren frenar la creciente ola de criminalidad. La indignación crece ante la falta de resultados concretos para capturar a los responsables de estos ataques que siembran zozobra. Para muchos espinalunos, la sensación de inseguridad ha llegado a niveles críticos, afectando la vida cotidiana y el comercio local. La comunidad exige que se implementen puestos de control permanentes y patrullajes conjuntos en los puntos identificados como críticos.
Hasta el momento, no se ha emitido un pronunciamiento oficial por parte de la Policía o las autoridades judiciales regionales. Se desconoce si existen móviles específicos para cada ataque o si ambos hechos guardan alguna relación entre sí por bandas. Los investigadores de la Policía del Tolima adelantan las pesquisas necesarias para establecer la identidad de los sicarios involucrados. Las labores incluyen la recolección de testimonios y la revisión de cámaras de seguridad en los perímetros de los atentados. La ausencia de información oficial ha alimentado rumores y temor entre la población que espera respuestas claras y contundentes.
La capacidad de respuesta del Hospital San Rafael ha sido fundamental para estabilizar a los heridos que llegaron de urgencia. El personal médico trabaja bajo presión constante debido al flujo de pacientes víctimas de la violencia que azota al municipio. Mientras tanto, las autoridades avanzan en las investigaciones para esclarecer lo ocurrido y dar con el paradero de los atacantes. Se espera que en las próximas horas se realice un consejo de seguridad extraordinario para evaluar la situación actual. La meta es desarticular las bandas que pretenden convertir a la ciudad de la tambora en un campo de batalla.
Finalmente, la Policía del Tolima instó a la ciudadanía a colaborar con información que permita agilizar la captura de los culpables. La denuncia ciudadana se perfila como una herramienta clave para identificar a los sujetos que se movilizan armados por la zona. El Espinal se mantiene en alerta máxima mientras se refuerza la vigilancia en los corredores viales que conectan con municipios vecinos. El control del armamento ilegal y el seguimiento a motocicletas sospechosas son las prioridades inmediatas de los cuadrantes policiales. La paz territorial sigue siendo el objetivo principal para garantizar la convivencia en la segunda ciudad más importante del departamento.
