La directora regional, Angie Katherine Morales, instó a la ciudadanía a reportar de inmediato cualquier caso de manipulación de pirotecnia por niños a través de la línea 141 para evitar tragedias.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en el Tolima ha intensificado su llamado a la «corresponsabilidad ciudadana» durante esta temporada de fin de año. La directora regional de la entidad, Angie Katherine Morales, enfatizó que la protección de los menores no es exclusiva de los padres, sino un deber de toda la sociedad. En este sentido, se recordó que los vecinos tienen la potestad y la obligación moral de denunciar cualquier situación de riesgo. El uso de pólvora por parte de niños, niñas y adolescentes representa una amenaza directa contra su integridad física y su vida. La funcionaria recalcó que el entorno social debe ser el primer anillo de seguridad para prevenir quemaduras e intoxicaciones. El silencio ante estas prácticas peligrosas facilita la ocurrencia de accidentes que dejan secuelas imborrables en la infancia.
La funcionaria explicó que, ante cualquier avistamiento de menores manipulando artefactos pirotécnicos, la comunidad debe actuar con total inmediatez para activar las rutas de protección. Para ello, están habilitadas las 24 horas del día la línea gratuita 141 del ICBF y el número de emergencias 123 de la Policía. Morales aclaró que no es necesario realizar un trámite burocrático o una denuncia formal para que las autoridades intervengan en el sitio. En estos casos específicos, prima el principio de atención inmediata debido al peligro inminente que corre el menor involucrado. El reporte ciudadano es la herramienta más efectiva para que los equipos de defensoría lleguen a tiempo a los hogares. La rapidez en la comunicación puede marcar la diferencia entre un festejo tranquilo y una tragedia hospitalaria.
Para que la respuesta institucional sea efectiva, basta con que el ciudadano realice una llamada rápida y relate de manera precisa los hechos observados. Es fundamental que el denunciante indique la ubicación exacta de la situación para que las patrullas de infancia y adolescencia puedan desplazarse. Morales agregó que si el testigo cuenta con evidencias adicionales, como fotos o videos, la intervención puede ser aún más contundente. No obstante, la ausencia de material gráfico no impide que el personal del ICBF inicie las verificaciones de derechos correspondientes. La meta es que la comunidad pierda el miedo a reportar, entendiendo que se busca la protección del menor y no necesariamente el castigo. La colaboración ciudadana permite georreferenciar los puntos críticos de venta y uso de pólvora en todo el Tolima.
La Regional Tolima ha venido articulando esfuerzos con las secretarías de Salud municipales y departamentales para monitorear los ingresos a centros asistenciales por lesiones de pólvora. Estas campañas de prevención buscan sensibilizar a los adultos sobre la prohibición absoluta de facilitar o permitir que los menores manipulen explosivos. Los entes territoriales han reforzado la vigilancia en las zonas donde históricamente se reportan más quemados durante las festividades de Navidad y Año Nuevo. El enfoque es preventivo, pero también incluye el recordatorio de las consecuencias legales para los cuidadores negligentes en estos casos. El sistema de salud se encuentra en alerta máxima para reportar de forma obligatoria cualquier ingreso de menores lesionados. La articulación institucional garantiza que ningún caso de vulneración pase desapercibido por las autoridades regionales.
Finalmente, la directora Morales recordó que en la mayoría de los municipios del Tolima existen decretos vigentes que prohíben estrictamente el uso de pólvora. Estos actos administrativos contemplan severas sanciones económicas y administrativas para aquellos padres que permitan que sus hijos manipulen cualquier tipo de pirotecnia. Además de las multas, el ICBF puede iniciar procesos de restablecimiento de derechos que podrían derivar en la pérdida de la custodia. La ley colombiana es clara en señalar que la responsabilidad del bienestar infantil recae primordialmente en los representantes legales. Por tanto, permitir el uso de «chispitas», volcanes o cohetes no es una tradición, sino una falta grave contra la ley. La prevención es la única vía para asegurar que la niñez tolimense disfrute de estas fiestas con total dignidad.
El ICBF Tolima continuará realizando recorridos por los barrios y veredas para difundir estos canales de comunicación y empoderar a los líderes comunales. Se espera que, con el apoyo de los vecinos, las cifras de menores lesionados se mantengan en cero durante el resto del mes de diciembre. La entidad reitera que el bienestar de los niños es un compromiso colectivo que requiere de una vigilancia permanente y solidaria. No se debe dudar en llamar a la línea 141 si se percibe que la vida de un adolescente está en riesgo por el uso de pólvora. La meta departamental es celebrar con luz y alegría, pero sin el estruendo de los explosivos que ponen en peligro a los más vulnerables. El Tolima debe ser un territorio seguro para crecer, libre de las cicatrices que deja la pirotecnia ilegal.
