En entrevista en La W Radio, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, aseguró que la intervención de EPS responde a la protección de la red de prestadores y no a cierres masivos, destacó la expansión de servicios como pediatría y ginecobstetricia, y reafirmó que la reforma al sistema busca corregir fallas estructurales y ordenar la atención en todo el país.
El ministro de Salud y Protección Social, Guillermo Alfonso Jaramillo, afirmó en La W Radio que las medidas adoptadas frente a algunas EPS no pretenden su cierre indiscriminado, sino proteger la red de prestadores de salud y garantizar la continuidad del sistema de atención médica para la población. Según el jefe de la cartera, muchas intervenciones se han realizado pensando en mantener activos los servicios básicos y evitar rupturas mayores en la atención en hospitales y clínicas.
Durante la entrevista, Jaramillo enfatizó que el enfoque del Ministerio está en priorizar la atención de los usuarios, con especial atención a servicios esenciales como pediatría y ginecobstetricia. “Se han abierto más servicios en estos campos en hospitales de todos los rincones del país, fortaleciendo la oferta para toda la población”, aseguró, subrayando que la gestión no se limita a cifras, sino a resultados concretos en infraestructura sanitaria.
El ministro también defendió que los recursos sí están llegando a los departamentos y a las instituciones públicas de salud, lo que ha permitido ampliar la capacidad hospitalaria, incrementar la dotación de equipos médicos y atender un mayor número de pacientes en distintos territorios. Estos avances forman parte de la estrategia del Gobierno para consolidar un sistema de salud más efectivo.
Sin embargo, Jaramillo fue enfático al señalar que no puede continuar la situación en la que el sistema asume pagos injustificados, como más de $1,3 billones en facturas de pacientes fallecidos y sobrecostos que distorsionan el uso de los recursos públicos. Según el ministro, estas prácticas deben corregirse para garantizar la sostenibilidad financiera del sistema y la asignación eficiente de los recursos.
En ese contexto, el jefe de la cartera defendió la necesidad de una reforma estructural al sistema de salud colombiano, explicando que no se trata de retroceder en los procesos existentes, sino de corregir las fallas que han afectado la financiación y operación del sistema por años. “La reforma no va hacia atrás en los procesos del sistema: los corrige”, afirmó durante la entrevista.
La postura de Jaramillo se da en medio de debates intensos sobre la sostenibilidad del sistema de salud y el futuro de las EPS en Colombia, con sectores que critican la gestión de recursos y otros que respaldan cambios más profundos para garantizar el derecho fundamental a la salud.
El ministro reiteró que la intención del Gobierno es asegurar la operación continua de los servicios hospitalarios y la atención oportuna de los ciudadanos, buscando equilibrio entre los giros financieros, la calidad de atención y la transparencia en el uso de los recursos públicos.
Finalmente, Jaramillo insistió en que la transformación del sistema de salud debe ser estructural y sostenida, con énfasis en cerrar fugas de recursos, garantizar inversiones en servicios esenciales y ordenar un sistema que, a su juicio, ha presentado fallas de largo plazo que solo pueden superarse con ajustes profundos.
