El personero de Ataco denunció el ingreso incontrolado de retroexcavadoras y maquinaria pesada por pasos no vigilados en el río Saldaña, intensificando la minería ilegal en veredas como Potrerito y Mesa de Pole. La autoridad advirtió que la magnitud del fenómeno supera la capacidad de respuesta institucional, pese a los operativos previos de Cortolima.
La alarmante reaparición y expansión de la minería ilegal en el sur del Tolima llevó al personero municipal de Ataco a emitir una grave advertencia sobre la situación. Según la denuncia, la presencia de maquinaria pesada, elemento crucial para la extracción ilícita de minerales, se habría intensificado sin que exista un control efectivo sobre su ingreso al municipio.
El reporte señala que retroexcavadoras y un número significativo de personas estarían accediendo constantemente a sectores vulnerables como Potrerito, Mesa de Pole y otras veredas aledañas, utilizando rutas y pasos no vigilados. Esta actividad, que comenzó a intensificarse desde el año anterior, hoy día ha sobrepasado cualquier capacidad de contención por parte de las autoridades locales.
Uno de los puntos más críticos señalados en el reporte es el método de ingreso: se detectó que la maquinaria estaría entrando al municipio incluso en horas de la madrugada. El punto de origen sería la margen del río Saldaña, procedente de municipios vecinos, logrando evadir tanto los retenes militares establecidos como los puntos de control ambiental habituales en la zona.
Esta constante elusión de la vigilancia oficial generó serios interrogantes sobre la efectividad de las medidas de seguridad y control implementadas en corredores estratégicos del Tolima. La situación es vista como una evidencia de fallas en la vigilancia de las vías y las fuentes hídricas, que son utilizadas por los actores ilegales para transportar equipos de gran tamaño sin ser detectados.
Las autoridades locales insistieron en que el fenómeno requiere una intervención especializada y coordinada, dado que la llegada de personas de distintos departamentos con equipos adaptados para la minería ilegal demuestra un crecimiento sostenido de la actividad. Este avance amenaza con extenderse aún más si no se adoptan medidas urgentes y de largo plazo.
A pesar de los operativos ejecutados por entidades como Cortolima, que en el año 2025 confirmaron la existencia de minería con maquinaria pesada, la denuncia actual sugiere que el problema ha resurgido con mayor fuerza. Intervenciones previas habían documentado el uso de clasificadoras industriales y piscinas de lixiviación, con graves afectaciones a los recursos naturales.
Ante este sombrío panorama, las comunidades de Ataco expresaron su profunda preocupación por los posibles impactos ambientales irreversibles, incluyendo la contaminación de las fuentes hídricas, la pérdida de biodiversidad y el desplazamiento de fauna. Además, persiste el temor por los riesgos de seguridad asociados a la minería clandestina y la posible presencia de actores ilegales.
La Personería Municipal elevó un llamado urgente al gobierno departamental, a la Fuerza Pública y a Cortolima para que se despliegue un operativo de control permanente, que incluya el cierre de pasos no autorizados y un registro riguroso de la maquinaria pesada. Se solicitó, de manera específica, la conformación de un Puesto de Mando Unificado (PMU) para articular una respuesta institucional inmediata y efectiva.
