La Fiscalía General de la Nación confirmó que los restos óseos encontrados en una fosa común en zona rural de Rovira pertenecen a Ángela Chisacá, comerciante de Girardot secuestrada en julio de 2023. El hallazgo fue posible tras la captura de varios integrantes de una banda criminal dedicada al secuestro extorsivo.
La Fiscalía General de la Nación confirmó que los restos óseos hallados en una fosa común en zona rural del municipio de Rovira, Tolima, corresponden a Ángela Chisacá, comerciante oriunda de Girardot que había sido secuestrada el 12 de julio de 2023. La identificación se logró luego de exhaustivos análisis forenses y pruebas de ADN, que permitieron cerrar un capítulo clave en la investigación adelantada por las autoridades judiciales.
De acuerdo con el ente acusador, el secuestro fue perpetrado por una estructura delincuencial organizada que operaba en el centro del país y se dedicaba al secuestro extorsivo. Los criminales ingresaron de forma violenta a la residencia de la víctima, la sacaron por la fuerza y huyeron en su propio vehículo, sin dejar rastro inmediato de su paradero.
Días después del secuestro, el vehículo de Ángela Chisacá fue encontrado incinerado en el municipio de Flandes, Tolima, lo que desde un inicio encendió las alarmas de las autoridades y evidenció la gravedad del caso. Este hallazgo fortaleció la hipótesis de que se trataba de una acción criminal planeada, con el objetivo de dificultar la investigación y borrar evidencias.
El avance del proceso judicial permitió la captura de varios integrantes de la banda delincuencial, quienes habrían participado directamente en el secuestro y posterior homicidio. Según la Fiscalía, las declaraciones y elementos aportados por los capturados fueron determinantes para ubicar la fosa común donde permanecían los restos de la comerciante.
Las investigaciones indican que esta estructura criminal exigía altas sumas de dinero a las familias de sus víctimas a cambio de supuestas liberaciones. En el caso de Chisacá, los delincuentes habrían solicitado una suma millonaria, sin que finalmente se respetara la vida de la mujer, lo que agravó el impacto del crimen en la opinión pública.
Con la plena identificación de la víctima, la Fiscalía continúa robusteciendo el material probatorio para avanzar en las imputaciones y eventuales condenas contra los responsables. El caso se encuentra en una etapa clave, orientada a esclarecer completamente los hechos y determinar la responsabilidad individual de cada implicado.
El crimen ha generado profunda conmoción en Girardot y en varios municipios del Tolima, donde familiares, comerciantes y ciudadanía en general han expresado su rechazo frente a la violencia y la crueldad del secuestro. Organizaciones sociales también han reiterado el llamado a fortalecer la seguridad y la prevención del delito.
Finalmente, las autoridades reiteraron su compromiso de continuar combatiendo las estructuras criminales dedicadas al secuestro y de garantizar justicia para las víctimas. El esclarecimiento de este caso representa un paso importante en la lucha contra el crimen organizado en la región y en la búsqueda de verdad para la familia de Ángela Chisacá.
