Un adulto bajo los efectos del licor se convirtió en la víctima número 14 por pirotecnia en el Tolima, elevando la preocupación de las autoridades sanitarias ante la ocupación del 90% en servicios especializados para quemados durante esta temporada decembrina.
El Sistema de Vigilancia en Salud Pública (Sivigila) confirmó recientemente un lamentable accidente en el municipio de San Antonio, Tolima, relacionado con el uso de pirotecnia. La víctima, una persona mayor de edad, sufrió quemaduras de consideración mientras manipulaba elementos explosivos. De acuerdo con el reporte oficial entregado por las autoridades de salud, el afectado se encontraba bajo los efectos del alcohol al momento del suceso. Este caso ratifica el peligroso vínculo entre el consumo de bebidas embriagantes y el uso de artículos pirotécnicos en las festividades. La situación fue atendida inicialmente en el hospital local antes de ser reportada a la red de vigilancia departamental.
Con este nuevo evento, el departamento del Tolima alcanza una cifra consolidada de 14 personas lesionadas por pólvora en el actual periodo 2025–2026. Aunque las estadísticas muestran una tendencia a la baja en comparación con el mismo tramo del año anterior, los casos no cesan. Las autoridades departamentales han enfatizado que el licor sigue siendo el factor de riesgo determinante en la mayoría de los accidentes reportados. Se observa con preocupación que la mayoría de los incidentes ocurren por manipulación directa de elementos que parecen inofensivos. La vigilancia se ha intensificado en los municipios para evitar que el número de heridos continúe en ascenso.
La red de salud departamental enfrenta actualmente un reto mayúsculo debido a la alta demanda de servicios especializados para pacientes quemados. En el Tolima se mantiene la alerta amarilla hospitalaria tras confirmarse que la capacidad de atención ha llegado a un nivel crítico de ocupación. Las unidades especializadas informan que cerca del 90 % de sus camas y recursos ya están comprometidos por diversos casos de emergencia. Esta saturación dificulta la respuesta rápida ante nuevos incidentes que puedan presentarse en el cierre de la temporada. El personal médico trabaja bajo máxima presión para garantizar la atención de quienes llegan con lesiones de gravedad.
El panorama se torna aún más inquietante debido a que todavía no ha comenzado el pico más fuerte de las celebraciones de fin de año. Las autoridades sanitarias advierten que los días con mayor tradición de uso de pólvora suelen generar un incremento exponencial de las emergencias. El miedo a un colapso total del sistema hospitalario es latente entre los directivos de los centros asistenciales de mayor complejidad. Se requiere una reducción inmediata en la accidentalidad para poder liberar cupos en las salas de cuidados intensivos y cirugía. La planificación institucional busca redistribuir las cargas de atención entre los diferentes hospitales de la región.
Ante esta realidad, se ha emitido un llamado urgente a toda la ciudadanía tolimense para que adopte comportamientos de celebración mucho más responsables. Se insiste en la prohibición de la manipulación de cualquier tipo de pólvora por parte de personas no expertas o bajo efectos del licor. Evitar el uso de estos elementos es la única vía segura para proteger la integridad física y no saturar los servicios médicos. La Secretaría de Salud departamental recuerda que una quemadura puede dejar secuelas funcionales y estéticas permanentes en el paciente. La responsabilidad individual y familiar es clave para transformar las estadísticas de dolor en una convivencia pacífica.
Finalmente, las autoridades de policía en San Antonio y el resto del Tolima intensificarán los operativos de incautación de material explosivo ilegal. Se busca retirar del mercado aquellos artículos que no cumplen con normas mínimas de seguridad y que son vendidos clandestinamente. La colaboración de los habitantes mediante denuncias sobre expendios prohibidos es fundamental para prevenir que más adultos y niños resulten lesionados. El compromiso colectivo permitirá que las festividades de navidad y año nuevo no se vean empañadas por tragedias totalmente evitables. El sistema de salud continuará en vigilancia permanente hasta que concluya el calendario de festividades regionales.
