En la rendición de cuentas de la Gobernación del Tolima, la gestión del riesgo se destacó por su enfoque técnico y sin interferencias políticas, con más de 30 mil millones de pesos invertidos en prevención, maquinaria y alertas tempranas, reflejando un compromiso con la seguridad y el bienestar de la ciudadanía.
La Gobernación del Tolima, en su reciente rendición de cuentas, destacó el enfoque técnico y efectivo de su gestión en el área de la gestión del riesgo, superando los intereses políticos tradicionales. Con una inversión de más de 30 mil millones de pesos, el departamento ha comenzado a abordar los problemas históricos de desastres naturales con una mentalidad renovada: prevenir antes que lamentar.
La secretaria de Gestión del Riesgo, Ericka Lozano, explicó que parte significativa de estos recursos se destinaron a maquinaria amarilla, con 10 mil millones de pesos para fortalecer el Banco de Maquinaria, crucial para responder a emergencias en un territorio vulnerable a deslizamientos y crecientes súbitas. Para Lozano, esta maquinaria no es un lujo publicitario, sino una herramienta clave para la rápida respuesta en momentos críticos.
Además, la prevención ha sido un pilar fundamental. El Sistema de Alertas Tempranas, implementado en Cajamarca y para el Volcán Cerro Machín, es un ejemplo de anticipación en una región acostumbrada a la improvisación. Aunque no garantiza la ausencia de emergencias, este sistema mejora la capacidad de reacción ante eventos naturales, evitando pérdidas y aumentando la seguridad de los habitantes.
Uno de los logros más relevantes fue la creación del Centro de Gestión Integral del Riesgo en Armero Guayabal, en colaboración con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). Este centro, que incluye salas de crisis, monitoreo, bodegas, albergues y un helipuerto, es un testimonio de cómo la coordinación técnica puede marcar la diferencia, dejando atrás los intereses partidistas.
La intervención en Villarrica también destacó, con la dotación total a Bomberos, un censo poblacional actualizado y la construcción de 60 albergues, saldando una deuda histórica en la región. Esta acción concreta subraya el compromiso del gobierno departamental con la seguridad y bienestar de sus ciudadanos.
Un aspecto clave de esta gestión ha sido la relación fluida entre Carlos Carrillo, director de la UNGRD, y la gobernadora Adriana Magali Matiz. Este trabajo conjunto muestra que, por encima de las diferencias políticas, lo primordial es la misión del servicio público y la coordinación entre entidades para salvar vidas y optimizar recursos.
El componente ambiental también ha sido parte fundamental de la agenda, destacando la participación del Tolima en el Encuentro Suramericano en Defensa de la Cordillera de los Andes. Este evento ha posicionado al Tolima como un actor regional clave en la protección ambiental, con proyecciones internacionales significativas para el futuro del territorio.
Finalmente, esta gestión del riesgo ha demostrado que, cuando la política se aparta y se prioriza el bienestar colectivo, el Estado sí puede funcionar eficientemente. La gobernadora Matiz ha subrayado que, en medio de un país polarizado, la responsabilidad y la misión pública deben ser la prioridad para avanzar de manera concreta y efectiva.En la rendición de cuentas de la Gobernación del Tolima, la gestión del riesgo se destacó por su enfoque técnico y sin interferencias políticas, con más de 30 mil millones de pesos invertidos en prevención, maquinaria y alertas tempranas, reflejando un compromiso con la seguridad y el bienestar de la ciudadanía.
