Con corte al 23 de diciembre, 18 personas han resultado lesionadas por pólvora en el Tolima, incluidos cuatro menores de edad. Las autoridades advierten que las fechas más críticas están por comenzar y reiteran el llamado urgente a la prevención y al autocuidado.
A pocas horas de la celebración de la Nochebuena, el departamento del Tolima enfrenta un panorama preocupante por el aumento de personas lesionadas con pólvora. Según el balance oficial, 18 casos han sido reportados hasta el 23 de diciembre, cuando aún faltan las fechas más críticas del calendario decembrino. Las autoridades insisten en que el riesgo se incrementa durante las festividades familiares.
Ibagué concentra el mayor número de casos, con ocho personas afectadas, seguida por los municipios de Fresno y Rovira, con dos lesionados cada uno. A esta lista se suman Planadas, Ataco, Líbano, Herveo, El Espinal y San Antonio, donde se ha registrado un caso en cada localidad. El reporte evidencia que el problema se extiende tanto en zonas urbanas como rurales.
La mayor preocupación de las autoridades está relacionada con los cuatro menores de edad que han resultado heridos. Entre ellos se encuentra un niño de 7 años en el municipio de Planadas y tres adolescentes de 12, 13 y 15 años en Ibagué. En varios de estos casos, los menores no manipulaban pólvora directamente, sino que fueron víctimas de artefactos activados por terceros.
Las lesiones más frecuentes se concentran en manos y extremidades superiores, dejando secuelas físicas de gravedad. Algunos pacientes han sufrido pérdida funcional e incluso amputaciones, situaciones que afectan de manera permanente la calidad de vida de las víctimas y sus familias. El impacto emocional y social de estos accidentes también genera una fuerte preocupación en el sector salud.
Otro aspecto alarmante identificado por las autoridades es la combinación de pólvora con consumo de alcohol. Varios de los adultos lesionados se encontraban bajo los efectos del licor al momento del accidente, una práctica reiterada que incrementa de forma considerable el riesgo de quemaduras graves y eventos irreversibles. Esta conducta está expresamente prohibida durante las festividades.
La situación se agrava debido a la alta ocupación hospitalaria, ya que la unidad de quemados reporta una ocupación cercana al 90 %. Este escenario limita la capacidad de respuesta del sistema de salud ante un eventual aumento de casos durante el 24, 25 y 31 de diciembre, así como en la celebración de Reyes.
Ante este panorama, las autoridades departamentales reiteraron el llamado a la responsabilidad ciudadana. Recordaron que en varios municipios existen decretos que prohíben la venta y manipulación de pólvora, especialmente por parte de menores de edad o personas en estado de embriaguez. Asimismo, pidieron denunciar cualquier situación irregular.
Finalmente, el mensaje institucional es claro: la celebración de la Navidad puede realizarse sin pólvora. Evitar su uso no solo previene lesiones graves, sino también tragedias familiares que dejan consecuencias físicas y emocionales irreparables. La prevención y el autocuidado siguen siendo la principal herramienta para proteger la vida durante esta temporada.































