Publicado Ago 15, 2020

El mundo ha cambiado y tú y yo debemos cambiar con él, lo mejor que leerás hoy

Estoy en este momento en mi escuela interna de liderazgo, es decir en lo más profundo de mi ser, y recuerdo lo que dice Richard Hendrick, Disney el lugar más feliz de la tierra, ahora está triste, se acabó la magia, Nueva York, la ciudad que nunca duerme está dormida, y cuando antes, todos los caminos conducen a Roma, ahora nadie quiere ir a Roma, un día despertamos y todo ha cambiado, ya nada es lo mismo, llega un virus y cambia todo, y nos hace a todos iguales, los grandes, los millonarios, los poderosos, los magníficos, los visionarios, los pobres, los malos, los buenos, los soberbios, todos ¡¡¡¡¡¡¡ estamos entendiendo que somos frágiles, débiles e  indefensos.

El mundo nos cambió, ya no podemos saludar como antes, de beso y de abrazo o de mano, ya el contacto físico es peligroso. Hay noticias alarmantes, mentirosas, reales, autenticas, veraces y hasta alentadoras, pero todas nos llevan a lo mismo, al pánico, de ese mismo que está ahora alojado en cada uno de nosotros.

Pero bueno, tengo que decirlo¡, esto debería servir para cambiar, sí, para cambiar de verdad, de fondo, para examinar y limpiar el corazón, para analizarnos y concientizarnos de nuestras actuaciones, de nuestros hábitos.

Esto no es cuestión de dinero ni de egos, es de fe y esperanza, por un momento cerremos los ojos y no le echemos la culpa a las malas decisiones de los líderes mundiales, igual nosotros los elegimos, pensemos en nuestra propia naturaleza, somos depredadores de la vida, y para depredar, hacemos el bien y hacemos el mal.

 De alguna manera todos somos culpables de esto que nos está pasando, Dios crea el mundo para disfrutarlo, y al hombre a su imagen y semejanza, y de repente, violamos esa confianza que nos da Dios y destruimos el mundo.

En esta etapa que vivimos, todos estamos perdiendo, nadie se escapa del cambio en la economía, perdemos trabajo, clientes, proyectos, inversiones, todo el mundo está a los pies de la pandemia, pero nunca estamos todos a los pies de Dios.

No, nunca nos arrodillamos todos y clamamos a Dios al mismo tiempo, y si no es por una pandemia, ni siquiera muchos lo recuerdan, porque viven en el afán de cada día, con las obligaciones del hogar y las necesidades de los humanos, pero nunca se acuerdan que es la voluntad de Dios, la misma que nos alienta a dar pasos gigantes en la consecución de nuestros sueños y proyectos.

Estamos en un momento de cambio interno, esto se va a terminar, el mundo lo necesitaba y nosotros hacemos parte de él. Sí hay miedo, hay tristeza, hay zozobra, pero también hay fe y esperanza.

Hay miedo, pero no debe haber odios, hay aislamiento, pero no debe haber soledad, hay una enfermedad física, pero no debe haber enfermedad del alma, hay muerte, pero debe haber un renacimiento, no tengas miedo, ni le muestres miedo a los tuyos, sigamos las orientaciones y recomendaciones, pero deja de preocuparte.

Ponte de rodillas y pídele a Dios, exígele a Dios, y recuerda que en lugares donde oran una o más personas, ahí está Dios, y si no conoces a Dios, preséntate a él, dile aquí estoy para ser tu mejor amigo, o tu mejor hijo, hazlo¡¡ no te quedes ahí esperando que los demás hagan las cosas por ti.

Ten fe y confianza en Dios, pídele así no tu pides a los demás, como tu exiges a los demás o como todos te exigen a ti.

Es el momento de cambiar, no podemos esperar más, tal vez tengas un nudo en la garganta y no encontrabas como desatarlo, pues ahora encontraste la forma, desde ahora vas a ser libre y sin ataduras, vas a sacar la mejor versión de ti y ponerla al servicio de la humanidad, todos somos líderes y todo tenemos habilidades, nacimos con ellas y quizás algunos no las han descubierto.

Tendría mucho más para decirte, mucho más para pedirte y mucho más para mostrarte, pero solo tú tienes el poder de realizarlo, Dios solo me pone como la guía en este escrito, pero tú eres el conductor de tu propio vehículo de vida.

Palabras del alma.

Dios te bendiga y bendiga tus nuevas acciones.

Solo te pido que esto no lo dejes para ti solo, compárelo, alguien lo está necesitando. 

ElCorrillo.Co

Profesional en comunicación social