Con el firme propósito de trabajar en lo que más le gusta y para lo que se preparó académicamente, “La Construcción”, llegó hace 10 años a la ciudad de Ibagué, proveniente de la ciudad que lo vio nacer, Bogotá, el Ingeniero civil Véliz Alfonso Mejía Ramírez. Junto con su familia, no solo pensó en edificar su vida, también la de muchos Ibaguereños que soñaban con tener vivienda propia.
Fue la constructora Chipalo, la que le abrió las puertas en el año 2011, donde se vendían en Ibagué, 975 viviendas, entre Vip, Vis y no Vis, cifras que 9 años después, es decir al cierre del 2019, llega a 9.063 unidades vendidas, un aumento generoso en una ciudad donde el desempleo no convence a las grandes industrias de llegar o quedarse.
Mejía Ramírez, en la constructora Chipalo se encargó de edificar y darle desarrollo a gran parte de “El Vergél” un terreno que aloja los estratos más altos de la ciudad, 4 años más tarde y al culminar una valiosa etapa, empezó a hacer parte Torreón, otro grupo constructor que pensó en las edificaciones de altura, inicialmente en el centro, por ser de gran valorización.
Su gran conocimiento, experiencia y don de ser, lo llevó a hacer parte, como vicepresidente de Camacol, Cámara Colombiana de la Construcción, regional Tolima, durante 4 años, y con la nueva reelección estatutariamente por 1 año, sería su quinto periodo como presidente, trabajo que alterna ahora con su propia constructora llamada Ubanai SAS.
En la renovación de su periodo, al frente de Camacol, Véliz Mejía, tiene grandes propósitos a pesar de la pandemia que vivimos, seguir haciendo realidad el sueño de muchas familias de tener su casa propia, esto lleva a oportunidades laborales, crecimiento de ciudad, fortalecimiento a las constructora y recursos a la administración, por el pago de impuestos.
Las principales tareas a iniciar por estos días, es generar estrategias que permitan la reactivación general de la construcción, seguir uniendo y fortaleciendo el gremio, tener un acercamiento rápido con la Administración Municipal, para hablar de plusvalía, reglamentación de POT, planes parciales que están en formulación, y una serie de mesas de trabajo con el Ibal y Secretaria de Planeación local.
Como el viejo conocido dicho, “nadie es profeta en su tierra”, el Ingeniero Véliz, su esposa y sus dos hijos, viven felices en Ibagué, y acá se quieren quedar, creen en el progreso y desarrollo de una ciudad que tiene todo para dar y donde muchos sueñan con tener casa propia, y aprovechar las oportunidades del Gobierno Nacional con sus subsidios.