El alma mater ordenó la demolieron las antiguas instalaciones de las residencias universitarias en la UT, que estaban ubicadas antes de la portería. Dicen las directivas, que construirán un nuevo proyecto pero sin estos dormitorios, se deberá discutirse con toda la comunidad, si hay o no.
Por estos días, quienes pasan por el lugar solo observan escombros, generaron múltiples reacciones en redes sociales.
La dirección universitaria informó que las instalaciones de las residencias también conocidas como ‘Che Guevara’, tuvieron que demolerse por profundas fallas estructurales. Estudios realizados por expertos en ingeniería estructural y la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo del Tolima determinaron que las residencias presentaban un avanzado estado de deterioro, lo que ponía en riesgo la seguridad de quienes las ocuparan.
«Ante este panorama, los análisis concluyeron que una intervención mediante reforzamiento estructural no era viable, por lo que se recomendó su demolición y la construcción de un nuevo espacio que cumpla con los estándares de seguridad y funcionalidad necesarios«, informó la institución.
¿Qué pasará con las residencias?
Las directivas también informaron que la universidad avanza en la consolidación del proyecto Ágora Estudiantil, una iniciativa que busca ofrecer a la comunidad universitaria un espacio moderno y seguro para el intercambio de saberes, el arte y la cultura.
Este nuevo escenario será concebido como un punto de encuentro para los estudiantes, que promueva la participación, la integración y el fortalecimiento de la vida universitaria. Sin embargo, el proyecto hasta ahora no contempla unas nuevas residencias universitarias.
«En este sentido, la institución abrirá espacios de socialización en los que la comunidad estudiantil podrá conocer los detalles del proyecto y aportar sus propuestas para su resignificación y apropiación», agregó la UT.
Más cobertura y un modelo de apoyo más equitativo
Las instalaciones de las residencias permanecían deshabitadas desde hace varios años debido a su pésimo estado. Entretanto, el Programa de Permanencia Estudiantil arrendó una vivienda cerca a la universidad para albergar a los estudiantes que ocupaban las residencias.
«Cuando las residencias funcionaban en esta infraestructura, el beneficio solo estaba disponible para 31 estudiantes, todos hombres. En contraste, hoy el apoyo alcanza a 74 estudiantes, tanto hombres como mujeres, quienes reciben un subsidio equivalente al 30 % de un salario mínimo durante 4.5 meses cada semestre, permitiéndoles acceder a opciones de vivienda seguras y adecuadas», concluyó la institución.